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¿Qué le ocurre a nuestro cuerpo cuando engordamos? ¿ Y cuando adelgazamos?

adelgazar saludablemente

 En cualquier persona, un exceso de peso comporta unas diferencias tanto metabólicas como funcionales que le pueden provocar desde enfermedades hasta grandes limitaciones en la realización de las tareas diarias.

 Por otro lado, adelgazar también supone toda una serie de cambios que mejoran tanto la salud como el bienestar de la persona.

Diferencias cuando engordamos en la juventud y la edad adulta.

Nuestro organismo necesita toda una serie de kilocalorías para poder vivir que dependerá de múltiples factores como nuestra edad, sexo, actividad física, etc…. Cuando le damos de más y no las gastamos, nuestro cuerpo las almacena en forma de grasa para poder utilizarla en otro momento. En cambio, cuando consumimos menos de lo que necesitamos es cuando adelgazamos.

Pero la forma de almacenar esta grasa puede ser de dos maneras diferentes que influirán mucho cuando se quiera adelgazar.

La grasa se almacena en unas células especiales llamadas adipocitos. La forma de que se acumula esta grasa es llenando estas células al máximo posible (hipertrofia)  y también creando muchos adipocitos (hiperplasia).

La primera manera de almacenar la grasa en los adipocitos es ir hipertrofiando estas células y cuando están a rebosar es cuando se decide duplicar está célula para repartir la grasa en dos células en vez de una y así poder ir acumulando.

Cuando consumimos menos de lo que necesitamos es cuando adelgazamos

En las personas adultas, normalmente se da el primer paso (hipertrofia) así cuando se adelgaza, lo que se hace es vaciar de grasa estas células, pero por el contrario si nos fijamos en la infancia, el proceso que se da más frecuentemente es el contrario, la duplicación de células (hiperplasia). Estas células una vez creadas permanecerán en el cuerpo para siempre, por eso es tan importante seguir una dieta equilibrada, tener unos buenos hábitos alimentarios y tener un peso adecuado durante toda la juventud, ya que a la hora adelgazar es más fácil eliminar grasa cuanto menos adipocitos se tengan en el cuerpo.

Alteraciones metabólicas en la obesidad

El exceso de grasa crea  unas alteraciones metabólicas que provocan  que diferentes órganos del cuerpo trabajen peor y aumenten de esta manera el riesgo de padecer enfermedades.

   Síndrome metabólico

El exceso de grasa abdominal, eleva el nivel de triglicéridos y si esto está asociado a una dieta rica en azúcares y grasas saturadas favorece aparición del síndrome metabólico que puede desencadenar hipertensión, diabetes ( debido a que se favorece una resistencia a la insulina) y enfermedades cerebrovasculares ( infartos, ictus,…)

   Hígado graso

 El hígado es el órgano que se encarga de metabolizar tanto el colesterol como los triglicéridos ya sea formando, por ejemplo, lipoproteínas para facilitar su transporte al resto de células del organismo o formando ácidos biliares y así facilitar su eliminación. Cuando hay un exceso de estas dos substancias provoca que el hígado no pueda con todo y que los triglicéridos y el colesterol se acumulen allí, provocando lo que se llama hígado graso.

 El hígado graso en un principio es benigno y aunque no suele dar síntomas, la gente con esta patología se puede quejar de dolor en la parte superior derecha del abdomen.  Malestar general.  Cansancio.  Fatiga crónica.  Sensación de pesadez.  e ictericia. Normalmente no va a más, pero en algunas ocasiones puede desembocar esteatohepatitis y de allí a cirrosis o cáncer hepático.

   Dificultad respiratoria

Una obesidad muy elevada puede provocar dificultades respiratorias ya que por una parte elevan la resistencia elástica de la caja torácica y en consecuencia, cuesta más echar el  aire. Este problema se ve reforzado por el hecho de que los músculos respiratorios pueden acumular grasa en sus tejidos, que junto a que se tienen que hacer más grandes para vencer a esta resistencia, hacen que el movimiento respiratorio ( inspirar y espirar) les sea más difícil. Si está situación no se revierte puede acabar provocando una apnea del sueño.

    Estómago

Tras años de ingestas demasiado abundantes, el estómago crece de tamaño haciendo que sea más difícil seguir una dieta, ya  que al reducir la ingesta, el estomago se llena menos y en consecuencia hay una gran sensación de hambre que provoca que acabe comiendo más de lo aconsejable por mucho que no quiera.

   Cansancio, dolores musculares y articulares.

El exceso de peso hace que el cuerpo requiera más energía para moverse y esto provoca un cansancio mucho más rápido que el de una persona más delgada. Por otro lado, mover y aguantar todo este peso puede provocar lumbago, dolor de piernas, de pies, etc… por el sobresfuerzo al que están sometidos huesos y músculos para poder movilizar todo este peso de más.

Cambios metabólicos y personales al adelgazar.

Cuando se adelgaza, se reducen de forma drástica muchos riesgos asociados a varias enfermedades ya que los órganos que anteriormente estaban realizando un sobresfuerzo para gestionar todo ese exceso de grasa del organismo, trabajan mucho mejor.

   Síndrome metabólico

 Al reducirse el exceso de colesterol, triglicéridos y glucosa en sangre provoca que haya un descenso de la insulinoresistencia, la tensión arterial y por tanto reduce el riesgo de padecer alguna enfermedad de corazón o ictus.

   Hígado graso

Al no tener que metabolizar un exceso de colesterol y triglicéridos, hace que el hígado vaya eliminando toda la grasa acumulada. Aparte de funcionar y trabajar mejor favorece que las digestiones sean más ligeras y no se tenga tanta sensación de pesadez.

   Menor cansancio

Esto es debido a dos factores: Por un lado, al pesar menos al cuerpo tiene que gastar mucha menos energía para moverse y por el otro, desaparece el ahogo al respirar debido a que los músculos respiratorios trabajan mejor al no tener que hacer tanta fuerza para movilizar el tórax

   Mejor estado anímico

Cuando se pierde peso nos permite ser más activos al no cansarnos tanto, nos sentimos más ágiles. También estamos más a gusto con nuestro aspecto, nos es más fácil encontrar más variedad de ropa de nuestra talla, y nos sentimos de mejor salud. Todo esto provoca una mejoría de nuestro estado anímico.

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Author: Marta Abardia

Soy Nutricionista – Dietista en Barcelona. Tengo 19 años de experiencia como profesional. Pienso que mi trabajo no es sólo calcular una dieta o saber que contienen los alimentos. Mi labor es transmitir y acompañar a mis pacientes para conseguir un cambio de hábitos alimentarios.

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